Seis palabras
Hace casi un mes que puse la entrada anterior, pero el trabajo me ocupa mucho tiempo y ahora dispongo de muy pocos ratos libres. No me había olvidado de este rincón nuestro, ni mucho menos.
Sin embargo, hoy he leído una noticia en una página americana, Dragonmount, dedicada a La Rueda del Tiempo, noticia que he visto también en Los Espejos. No me refiero a las informaciones que dan de vez en cuando sobre el desarrollo de la enfermedad de Robert Jordan y el tratamiento que sigue; por cierto, ese último “parte médico” parece apuntar cierta mejoría, aunque sea lenta, y se ve una luz de esperanza al final del túnel. Esperemos que sea así. Ya que lo menciono, aprovecho para desear sinceramente una pronta y total recuperación al señor Jordan.
La noticia de la que hablo es la del “cuento muy corto”; tan corto como es un máximo de seis palabras. Wired magazine propuso a varios autores, entre ellos a Jordan, que participaran y, emulando a Hemingway, escribieran un relato que no sobrepasara ese máximo... tan mínimo.
Como en esa página americana se alienta a los lectores a participar con sus propios “relatos muy cortos”, me he animado a contribuir con el mío aquí, en mi rincón. Sería:
Book unveils plot; unexpected ending.
Lo he hecho en inglés porque es más fácil no superar las seis palabras. Si alguno tiene su “cuento muy corto” y le apetece, que se anime y lo deje en comentarios.
Un saludo a todos.
Etiquetas: Cosas mías, Robert Jordan
8 Comments:
Jur, pero corto corto... La verdad es que casi es más complicado (que leñe, y sin casi) escribir algo en 6 palabras que en 6 páginas...
Venga, que me lanzo al ruedo o mejor dicho al encierro:
* se ajusta el pañuelito rojo y enrolla el periodico *
Curtain to fall, end draws nigh.
Hola de nuevo.
Leyendo esta nueva entrega de tu blog, Mila, se me ha venido a la cabeza una pregunta que lo siempre he querido plantear a un traductor. ¿Alguna vez te has planteado involucrarte en el proceso creativo de un libro? Es decir, dar un paso de traductora a escritora.
Hay gente que dice que el escritor se forja a base de escribir, y en eso sin duda un buen traductor como es tu caso tiene ya bastante práctica. ¿Te atrae esa idea? Es obivo que dominio del lenguaje y sus matices lo tienes, y experiencia en el ámbito literario también. ¿Te seduce el hecho de ser creadora? Te aseguro que ya de inicio tendrías bastantes lectores ávidos.
Por cierto, que estoy leyendo ahora la segunda trilogía del Elfo Oscuro y me encanta tu trabajo. He ahí un ejemplo de lo que comentabas en anteriores entradas, cuando al hablar de Piedra Alzada, añades una nota a pie de página "Conocida anteriormente como Settlestone". Una forma genial de solventarlo :)
Ave atque Vale, mademosille Mila.
Hola
Para Ulin
Pues claro que es mucho más difícil expresarse con pocas palabras, Ulin. Sólo tienes que ver los rollos macabeos que suelto en el blog por mucho que me propongo ser breve cuando empiezo a escribir. Prohibido reírse ¿eh?
Y tú ¿no te animas?
Ah, felicidades por las 10.000 visitas.
Para Cito
Gracias por compartir tu "cuento muy corto" con nosotros. Muy ocurrente :)
Por cierto, no tienes que "lanzarte al ruedo" ni "correr el encierro" aquí. En este blog busco que haya un ambiente distendido, entre amigos.
Venga, que sigas tan ingenioso.
Para Lan
Qué ocurrencias tienes, Lan. Jajajaja. No, no se me ha pasado por la cabeza dar ese paso. Entre mi orilla de traductora y la orilla de los escritores hay una brecha muy ancha que no está a mi alcance salvarla. Haces bien en usar el verbo "seducir" porque sería una tentación a la que el sentido común me aconsejaría resistirme. Por suerte, ese diablo no me visita. Además de todas esas cosas que enumeras y aun suponiendo que pudiera contarlas como capacidades adquiridas ya, un escritor ha de poseer ingenio y otras dotes que lo capacitan para saber comunicar al lector sus historias de forma que las viva. Sí, claro que luego ha de desarrollarlas con esfuerzo, tesón y mucho trabajo, por lo que tengo entendido. Pero la chispa tiene que estar ahí.
Lo que sí me gusta es creerme de vez en cuando una "cuentacuentos". Es una delicia mirar las caras de los críos si consigues captar la atención de sus mentes inquietas. Lástima que sea una costumbre que se está perdiendo.
En cuanto a esa nota al pie, tuve que hacerlo porque era uno de los nombres de Reinos que estaban a la vez sin traducir, traducidos o traducidos de varias maneras. La nota al pie es el último cartucho al que recurro, un modo de admitir que no se me ocurre otra solución. Pero gracias por tus palabras.
¿Alguna novedad respecto a ese blog que pensabas crearte?
Un saludo a todos
Gracias por la felicitacion ^^
Y en cuanto al cuento corto, la verdad es que me cuesta un triunfo desarrollar algo... pero sería una cosa como esta, emulando al gran Peter Griffin ;)
Iba paseando cuando ¡ZAS! En toda la boca
Bueno, Ulin, parece que hay cosas por las que uno renuncia a escribir en menos palabras un cuento y, por lo visto, una de ellas es ese genial “padre de familia”.
Aunque, Ulin... lo mismo aparece alguien y te acusa de plagio ^^ *risa siniestra*
¡Bien hecho!
Mademosille, que conste que estoy en profundo desacuerdo en tus afirmaciones sobre tus capacidades "creadoras". Siempre he pensado que contar una historia requiere dos cosas primordiales, tener una historia que contar y saber contarla. Cuando llega a mis manos una obra traducida (hablo de una obra "literaria" no técnica) siempre pienso que el mérito de la historia es cien por cien propiedad del autor, pero el cómo me ha llegado a mí esa historia, la forma, es un mérito que se reparte a medias entre él y la persona encargada de traducir la obra. ¡Cuántos buenos libros se han estropeado por una mala traducción y cuántas obras mediocres me han enganchado por una buena traducción! Aunque hoy es algo que esté muy desprestigiado, el estilo literario (incluso en la comunicación oral) es algo completamente necesario para que el receptor del mensaje lo capte completamente. Es decir, no sólo importa el qué se diga, sino también el cómo.
Y, dejando de divagar, ése es el inconmensurable mérito de los buenos traductores, que adapatáis la obra y la enriquecéis con un adecuado estilo literario que, al fin y al cabo, es cosa vuestra. Y también es el riesgo que se corre cuando una obra cae en las pérfidas manos de una mala traducción. Y dado que tu estilo literario es más que bueno, sólo tienes que pensar en una historia que contar, no tendrás problemas con el cómo ;)Así que, ¡adelante!
Respecto a un posible blog de mi autoría... bueno, ignoro hasta qué punto la gente está interesada en la Arqueología del Próximo Oriente Antiguo o en cualquiera de los aspectos de mi Tesis (aunque tengo alguna que otra sospecha en esa línea), pero lo pensaré ;)
¡Un saludo!
PD: Mila, si quieres ideas para crear una obra, yo te proporcionaré miles... y vamos a medias ;)
PD2: Dr. Ulin, 10.000 visitas ya, estás hecho un fenómeno. ¡Enhorabuena!
Para Lan
De nuevo he de darte las gracias por esa fe (ciega, no; cegata, diría yo) que pareces tener en mi imaginada capacidad como escritora.
De acuerdo contigo en que depende mucho del traductor que una obra sea agradable y cómoda de leer o se convierta en un tormento y el libro en cuestión acabe arrinconado. Y hablo de hacer grata la lectura, claro. El contenido siempre será el mismo. Aunque es verdad que, como mucho, una historia ramplona puede resultar más amena si se le da “alegría” pero la ramplonería no desaparece; sólo se disfraza, con suerte. Por el contrario, una buena historia se puede desgraciar al convertirse la lectura en una fuente de irritación constante, ya sea por una traducción poco afortunada (al caer en unas pérfidas manos) o también por una puntuación penosa. U obsoleta, que también las hay.
Al hablar de “obsoleta” me refiero a la puntuación de un estilo que recuerda al de los libros escritos en inglés en cuanto que no ponen punto y aparte al acabar un párrafo del narrador para abrir el diálogo, estilo que era habitual hace ya bastantes años (pero que algunas editoriales no se molestan en actualizar cuando sacan reediciones) y que a mí me irrita mucho. De hecho, hace unos días dejé de leer un libro (reeditado hace poco) porque fui incapaz de soportar encontrarme una y otra y otra vez, de continuo, el guión e inicio de un diálogo en medio de un párrafo y confundirme al no caer de momento en quién decía aquello y a qué venía el comentario que hacía.
Sobre hablar o escribir correctamente no debería desdeñarse y apartarlo a un lado como algo inservible y desfasado. Una cosa es enviar un sms a un amigo o familiar (que cuanto más abreviado, antes acabas y menos cuesta) y otra distinta por completo es la costumbre tan extendida en la actualidad de escribir siempre así. Otro tanto ocurre con el vocabulario en las conversaciones, que la jerga en una charleta con los colegas no es lo más adecuado para otras situaciones.
En cuanto a lo demás, sigo sin animarme a saltar el barranco, pero si alguna vez cambiara de idea, descuida que me pondría en contacto contigo para que compartieras todas esas miles de historias que al parecer rondan tu cabeza y para jugar a ser Rocabruno y Ditirambo, aunque sin pelearnos al final ;)
De tu posible blog, además de que quizá te sorprenderías de que hubiera más gente de la que crees interesada en la arqueología del próximo oriente antiguo, ya ves que en un blog cabe casi de todo, aunque el contenido principal sea sobre un tema específico.
Te deseo mucha suerte con esa Tesis :)
Para Ulin
¿Te has dado cuenta de que es cierto lo que te comentaba sobre mis rollos macabeos? Soy un poco como esos conejitos de las pilas, que sigo y sigo y sigo... Ufff, ¡qué pelma!
¿Doctor? ¡Vaya! Por los datos personales que he visto en tu ficha del blog, debes de estar metido hasta las cejas en la carrera. Suerte.
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