miércoles, 27 de febrero de 2008

Llueve... Y estoy triste

He dudado si escribir aquí, en un espacio dedicado a mi trabajo, algo tan mío. Pero estoy triste y me consuela escribir sobre ello.

Mi gato, ese animalito tan especial que abandonó algún desaprensivo y que vino desnutrido, deseoso de comer algo pero, sobre todo, ansioso por un poco de cariño, se ha ido hoy.

Dejad que os cuente que era un gran luchador, un superviviente nato, como me decían en la clínica veterinaria. Un tío duro. Tan duro que al principio pensé que tenía algún problema en las cuerdas vocales porque no maullaba, ni siquiera cuando, en un descuido, le pise la cola. Al mismo tiempo, era una criatura dulce cuando venía a darte cabezadas, a pedir que no te olvidaras de rascarle las orejillas y debajo de la barbilla y en la frente. Y también, cómo no, a todo lo largo del lomo, hasta que alzaba la cola para advertirte que el gato se te acababa.

Conquistó a toda la familia con paciencia, con tranquilidad. Ese animal transpiraba calma. Si lo sabré yo... La cantidad de mala sangre y de nervios que me habré quitado acariciándolo.

Entró en la casa y en nuestra vida sin hacer ruido. Y se ha marchado igual... Sin ruido.

Este mediodía salí con él al jardín, a tomar el sol un ratito. Lo veía ya muy mal, pero me di cuenta de que miraba por la ventana, como deseando salir al calorcito de los rayos del sol. Así que lo cogí en brazos y nos sentamos los dos en los escalones, cerca del pruno y de los rosales. Era uno de sus “rinchis”.

Y allí hemos pasado casi una horita, como lagartos, él en mis brazos y yo relajándome mientras le acariciaba y le hablaba y recordábamos ese día que llegó, muerto de hambre, y le puse un poco de pienso. Pero antes de comer, empezó a darme cabezadas en la mano. Agradeciendo esa comida. Luego lo devoró en un visto y no visto. Pero antes... las cabezadas y esperar la caricia en respuesta. Naturalmente, me conquistó. Y así fue haciendo con todos los miembros de la casa. A unos antes y a otros... le costó un poquito más. Pero nunca desfalleció.

Y así, hablando, recordando, sonriendo, acariciándole... Se me ha quedado dormido en los brazos. Él ya descansa, pero sé que me esperan unos días malos hasta que me acostumbre a no verlo en su sillón, a no oír las pisaditas que se acercan para avisarme que se le acabó el agua o que quiere salir a darse una vueltecita al jardín y tumbarse una buena siesta a la vera del rosal o, por la tarde, debajo del jazmín.

Seguro que donde has ido ya has encontrado otro jardín muy bonito, pequeño, pero yo voy a echarte mucho de menos. El día, que amaneció alegre y soleado, ha atardecido lluvioso y triste. Como yo.

Adiós

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14 Comments:

At 28/2/08, 18:50, Anonymous Anónimo said...

The word is: Onwards!

Ánimo.

 
At 29/2/08, 9:33, Blogger Mila said...

Cuánto tiempo, Cito. Gracias por tus palabras de ánimo.

¿Sabes? Al recordar que "onwards" era la "palabra clave" que decía Harriet cuando murió su marido, he pensado lo afortunada que soy por tener lo que tengo.

Sin embargo, el ser humano tiende a pensar en lo que ha perdido. No se puede evitar. De todos modos, aunque no tiene punto de comparación mi "onwards" con el de Harriet y el de tantas otras personas que pierden a un ser querido, también lo pasas mal cuando se trata de un animalito que ha compartido contigo muchos años del día a día y también cosas que se salían de la rutina diaria.

Los que tengáis bichis rondando por la casa sabéis a lo que me refiero. Tal vez alguien ponga esa mirada de sorpresa, cejas arquedas incluidas, al tiempo que dice: ¡pero si sólo era un animal!

Sólo, no. Nada más y nada menos.

Un saludo

 
At 29/2/08, 16:26, Anonymous Anónimo said...

Soy un apasionado lector de la rueda del tiempo y atraído por tus traducciones desde los espejos de la rueda he agregado tu blog a mis favoritos y todos los días miro a ver si tienes algo nuevo.
Hoy al leer lo que le ha pasado a tu querido gato he recordado a una gata preciosa que me acompaño durante mi adolescencia y aunque mi dolor sea atenuado la recuerdo con una gran sonrisa en la boca.
y como dices seguro que estará un lugar mucho mejor, yo así lo creo.

muchas gracias por tu gran trabajo
saludos y animo

Daniel

 
At 29/2/08, 16:53, Blogger Mila said...

Agradezco mucho tus palabras, Daniel.

Me conmueve que, aunque ya visitaras mi sitio antes, hayas entrado ahora a dirigirme unas palabras y a compartir tu propia experiencia con esa compañera de la adolescencia.

Me alegra que te gusten mis traducciones. Como he comentado en alguna ocasión, en mi trabajo siempre tengo presente a los lectores y es muy agradable que de vez en cuando uno de vosotros diga que también me tiene en cuenta.

Bienvenido a Flandes :)

 
At 29/2/08, 18:52, Anonymous Anónimo said...

Hola Mila,

Lamento lo de tu fiel gato; siempre es duro perder a un ser al que le tenemos cariño.

Mucho ánimo y a seguir adelasnte.

Ave et Vale.

Atentamente,

Lan.

 
At 29/2/08, 18:59, Blogger Mila said...

Gracias por tus palabras de consuelo, Sire.

Adelante, siempre... El ánimo se recobrará. Sólo hay que darle unos días.

Atentamente,

 
At 29/2/08, 23:37, Blogger alex said...

hola.
Los que encontramos un amigo asi, que nos inunda con luz no sabemos el precio asta que lo pagamos.Al irse nos dejan una mancha de oscuridad que siempre recordaremos, con el tiempo se mezcla con el recuerdo pero como el agua y el aceite nunca se mezcla la luz y esa pequeña oscuridad.
Cuidate , atte alex

 
At 29/2/08, 23:47, Blogger Mila said...

Gracias a ti también por tus palabras de ánimo.

Os lo agradezco de verdad. A todos.

Y bienvenido a Flandes, Alex

 
At 2/3/08, 13:39, Blogger Zezena said...

Hola, Mila.

Al leer tu reciente experiencia no he podido evitar acordarme de Taku, el perro de mi abuelo, muy querido por toda la familia y del que me acuerdo con cariño. Siempre queda ese hueco, esa sensación de que va a aparecer por algún rincón de la casa, pero lo que sí es seguro es que nunca abandonará el rinconcito de nuestros corazones.

Saludos y ánimo!

 
At 2/3/08, 17:01, Blogger Mila said...

Sí, sin duda el rinconcito que hicieron suyo dándonos compañía y ratos agradables nunca lo perderán.

En realidad es un espacio creado por ellos, es su sitio. Todos tenemos el nuestro en el corazón de otras personas: aquel que creamos con los materiales de las vivencias compartidas.

Gracias por hablarnos de Taku y por tus palabras.

Ya has entrado en Flandes. Acomódate :)

 
At 7/3/08, 17:29, Blogger Ulin said...

Bueno, yo como siempre soy peor que el conejo de Alicia, pero creo que un "animo" nunca llega demasiado tarde. Siempre es duro perder a un miembro de la familia, y es que nuestras mascotas son exactamente eso, por mucho que a algunos no les entre en la cabeza.

Un abrazo

 
At 7/3/08, 17:42, Blogger Mila said...

Tienes razón, Ulin. Una palabra de ánimo siempre se agradece, llegue antes o después.

Un abrazo

PD Por cierto... Me encantaba el conejo de Alicia :)

 
At 6/6/09, 21:16, Anonymous Bet said...

Un amigo me ha pasado este post y debo confesar que me he puesto a llorar a moco tendido. Ayer mi Mikan murio. Y murio solo que es en parte lo que más me duele. Me han dado los que han sido los mejores 7 años de mi vida evolucionando de un gato arisco que no queria caricias a, con los años, demostrarme todo el amor del mundo. Vivir su evolución ha sido para mi lo mejor y estas últimas semanas de veterinarios y incertidumbre, una tortura.

Aun no me creo que no esté, me ha dejado un vacio tan grande en el pecho que me va a costar mucho llenar.

Perdona la vaciada, pero soltarlo aquí, a alguien que me comprendera 100% creo que me ha ido bien.

 
At 6/6/09, 21:55, Blogger Mila said...

Hola, Bet :)

Pues claro que te entiendo al 100%. Y te entenderá cualquiera que haya tenido un animalito y lo haya querido.

Espero que desahogarte te haya venido tan bien como me vino a mí compartirlo en el blog con los demás. Alivia hablar de las cosas que hacen daño.

Cuesta, pero poco a poco recuerdas los buenos ratos con una sonrisa, y los malos... se olvidan. Bienvenid@ a Flandes y ánimo!

 

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