jueves, 13 de marzo de 2008

Repaso general - La Rueda del Tiempo (8)

Brandon Sanderson ha colgado en su blog los comentarios referentes al repaso del libro 8 en inglés (Path of Daggers) que en castellano corresponde a:

Edición rústica: 12 El camino de dagas y 13 Nuevas alianzas
Edición cartoné: 14 El camino de dagas

Blog de Brandon Sanderson 12-03-08

Este volumen ha sido una lectura muy rápida. Quizá se debe a que es un poco menos extenso, pero también creo que la razón podría ser que me estoy adaptando al sistema más reciente que el señor Jordan utilizó para pasar del punto de vista de un personaje al de otro. Ahora estamos en el sistema de “Un gran tramo desde un punto de vista de éste o aquel personaje, seguido de algo muy corto sobre esos personajes al cabo de bastante tiempo.” Con obras tan complejas y extensas, en realidad sólo hay dos formas de manejar los puntos de vista. La primera es hacer cambios muy rápidos, como prefiere hacer George R.R. Martin. Eso te da una sensación de ritmo rápido y te permite mantener a los lectores informados sobre los personajes al volver sobre ellos con frecuencia, pero nunca durante mucho tiempo. La segunda es hacer exposiciones extensas desde un único punto de vista. Esto lentifica la sensación de ritmo, pero entonces uno no tiene que preocuparse tanto respecto a que los lectores sigan la pista a todo el mundo a la vez, ya que así tienes tiempo de dar en cada punto de vista un montón de recordatorios sobre lo que está pasando con el personaje en cuestión y después dejar ese punto de vista todo el tiempo que sea necesario sin que importe qué y cuánto recuerdan los lectores sobre él; puedes refrescarles la memoria cuando vuelvas a centrarte en él. Un término medio entre estos dos extremos seguramente podría hacerse, pero a mí me preocuparía que los lectores fueran capaces de seguir el hilo de lo que está pasando, ya que nunca te quedas un tiempo lo bastante largo para dar recordatorios y tampoco vuelves sobre ese personaje con suficiente frecuencia para que des por hecho que los lectores se acuerdan de todo.

Los libros intermedios de Jordan siguen el método de volver con frecuencia, pero después ha pasado a utilizar el tramo largo, cosa que en mi opinión ha sido una maniobra muy atinada. En realidad, lo que estamos haciendo en estos últimos libros es leer seis o siete libros DIFERENTES, pero haciéndolo “por entregas.”

Creo que, con los lectores, la expectativa tiene mucha repercusión. Si te pones a leer estos últimos volúmenes esperando leer un libro enfocado en un par de personajes principales, es posible que te sientas contrariado. Sin embargo, yo espero encontrar una epopeya con gancho que me ofrece un montón de historias más pequeñas que se combinan para crear una mayor. En cuanto a eso, estoy más que satisfecho. Creo que Jordan realizó un trabajo maravilloso en ese sentido. (Aunque recuerdo que el libro décimo quizá llegó un tanto demasiado lejos respecto al número de puntos de vista secundarios.)

Dos cosas a señalar en cuanto a este libro en particular. Primera, me encanta la forma en que los distintos componentes empujan a Rand a lanzar ese ataque violento contra los seanchan. Pone en evidencia lo poderoso y peligroso que es y, sin embargo, al mismo tiempo nos hace entender que sigue siendo vulnerable y que puede ser derrotado. Llevaba mucho tiempo esperando verle utilizar Callandor otra vez y fue una clara sensación de cumplirse un deseo verle empuñándola; y entonces tener problemas para usarla. Que yo recuerde, éste es el primer libro que acaba con Rand sufriendo una derrota. (Aun cuando los seanchan tampoco creen que han ganado.)

En segundo lugar, he recordado qué incordio son las mujeres de los Marinos. Son como un grano en el trasero de todos los grupos de personajes principales desde este volumen hasta el libro once. Eso está bien, aunque sea de un modo frustrante. No tanto por el hecho de que resulten molestos como porque despierten sensación de impotencia a la Torre Blanca. Personalmente, me entristece un poco ver que las Aes Sedai tienen cada vez menos control a medida que esos otros grupos de mujeres encauzadoras aparecen dando la impresión de formar un colectivo más unido que la Torre Blanca. (No obstante, me pregunto si eso es sólo por el hecho de que vemos las cosas con mucha más frecuencia a través de los puntos de vista de Aes Sedai. Tal vez los otros grupos no parecerían tan “conexionados” si observáramos los acontecimientos con igual frecuencia a través de sus ojos.) También da mucho más espacio vital para el crecimiento, lo que es positivo para la narrativa. Las Aes Sedai tienen que agruparse y volver a ser la fuente de erudición que eran a fin de afrontar los días oscuros que se avecinan. Pero me gustaría que muchos de mis personajes preferidos no estuvieran tan intimidados por las mujeres de los Marinos o las Allegadas. (O, tal vez, la razón para pensar esto se deba al hecho de que las mujeres de los Marinos se han aprovechado absolutamente del asunto del Cuenco de los Vientos. Si no hubieran ayudado, es posible que el mundo entero hubiera pasado hambre y sed. Pero en lugar de llevar a cabo algo honorable y ayudar en la lucha contra el Oscuro y para salvar vidas, insisten en un trato escandaloso y ultrajante. Se quedan uno de los artefactos más poderosos del mundo y, ADEMÁS, consiguen un montón de privilegios sobre la Torre Blanca. Tendrían que sentirse avergonzadas. Claro que, viéndolo desde su lado, si puedes salirte con la tuya ¿por qué no hacerlo?)

Una anotación más. ¡Me alegré muchísimo de reencontrarme con Mat al leer El corazón del invierno! (Si estás siguiendo estos comentarios, acabo de terminar el repaso de ese libro y ahora estoy con Encrucijada. Espero acabar tanto éste como Nueva Primavera para el fin de semana.)

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Como siempre, confío en que las impresiones de Brandon os parezcan amenas y, con suerte, esclarecedoras.

Un saludo,

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