Un recuerdo de Luz - traducción entregada
El uso de esos símbolos -así como el título- para el anuncio del final de la traducción, se ha hecho con la convicción de que no se infringen las leyes de propiedad intelectual ni de marcas registradas.
Una vez más -una última vez- desde estos campos de Flandes, el Tercio de Los Tres Pliegues toca el Cuerno de Valere (y qué sonido tan vibrante, tan hermoso) para anunciar que ayer, en el día del Señor, 23 de mayo de 2013 (justo dos años después de que partiera su predecesor para hacer este mismo recorrido), salió la traducción de la muy deseada y muy esperada (desde hace muchos años) última novela de La Rueda del Tiempo, Un recuerdo de Luz, también conocida por el título A Memory of Light, como siempre por envío urgente, más incluso, ya que esta vez dejamos los caballos de posta y encargamos el transporte de esta valiosa mercancía a un morat-raken y su montura, que volaron hacia la central de la corte, es decir l'Edifici Planeta.
Si hace dos años la ocasión era señalada, cuánto más lo es la de hoy. De modo que también hemos puesto el ansiado 100%. El meritorio 100%. El último 100% en nuestra bandera.
Esta vez, la Dragomán Mayor dejó a un lado los pañuelos de batista porque no daba abasto a lavar los montones gastados a diario entre enjugar perlas negras de la frente y rojas de los lagrimales, y recurrió a los usa y tira de papel. Si los dos volúmenes anteriores ya lograron que sudara y llorara, esta tercera y última parte, este último tercio (no hemos podido resistir las ganas de escribir esa bonita palabra, que se paladea si se dice en voz alta: tercio), de lo que podríamos considerar un único libro que hubo que dividir en tres, se ha llevado la palma. No sólo es más largo que Torres de Medianoche y mucho más que La tormenta, sino que hemos de añadir la complicación que representa encontrar ciertas evocaciones de muchos de sus personajes, a veces reducidas a una frase o a un pensamiento o incluso a una referencia hecha de pasada y que sólo insinúa algo que ocurrió tiempo ha. Referencias y evocaciones que había que buscar y rebuscar (muchas ubicadas en los tres primeros libros, sobre todo el primero) y otras perdidas en las restantes novelas.
Cuando salga en nuestro idioma y se abra en Flandes esa entrada para hablar del libro sin cortapisas en la parte de "comentarios", como hicimos con el último, es posible que la Dragomán Mayor se explaye. Por cierto, para aquellos que hayan leído el libro en inglés, sabed que la editorial que lo publicó en ese idioma envió (después de haber salido al mercado y pillándonos a media traducción) unas páginas con sesenta y dos correcciones que había que tener en cuenta para introducirlas. Bastantes eran erratas tipográficas o correcciones de redacción, pero también había otras (imagino que advertidos por los lectores) en las que hubo que hacer cambios.
Y también, cómo no, ha habido muchos nombres nuevos que añadir a las listas a cuenta del dinero enviado por lectores para la colaboración en una obra benéfica, como ocurrió con Torres. Al hilo de esto, una advertencia. Que no os extrañen algunos nombres... digamos "chocantes", como Nata, por ejemplo. Los nombres son los que son.
En estos tres libros (tres partes del último) la trama ha ido ganado ritmo, fuerza, pasión... De modo que ojalá os guste mucho cuando leáis Un recuerdo de Luz. Habrá seguidores que querrían que el final fuera de otro modo, o que se solucionaran más hilos o... lo que quiera que sea. Pero estoy convencida de que al leer la última página habrá pocos que no se sientan conmovidos y, sí, también satisfechos con el resultado de la novela y, lo que es más importante, de la obra completa. Para eso último, habrá que repasar la serie desde el principio, porque así es como se descubre lo mucho que Jordan tenía pensado el desarrollo y la conclusión de su historia.
En fin, parece mentira que el momento del que hablábamos hace dos años ahora, respecto a que la próxima vez que apareciera la bandera del Tercio de Los Tres Pliegues sería para anunciaros que el final ya estaba camino de la editorial, haya llegado por fin, aunque más tarde de lo que se había pensado al principio debido a los sucesivos retrasos para la salida al mercado del producto original.
Una vez más, la Dragomán Mayor desea dar las gracias a sus ayudantes, Ino y Aprendiz (y un recuerdo para ti, Gata; lástima que no hayas podido cerrar tú el ciclo), por su ayuda para pasar lo mejor posible esos momentos de cansancio, de desconcierto, y sí, a veces de desesperación, cuando las cosas no salían como se esperaba. Ino se ha superado con la representación de nuestra bandera. Ha plasmado el espíritu del libro con ese fondo llameante que casi ha consumido la enseña de Los Tres Pliegues.
Esta vez la Dragomán no irá a la Casa de Orates, no. Se siente tan bien con su chifladura que ha decidido retirarse primero a un balneario y después, tal vez, a un cenobio y allí dedicarse a la contemplación. Y reflexionar sobre la necedad del ser humano que pasa por la vida sin mirar lo que nos ofrece y, por ende, sin disfrutarla.
Acabamos con nuestro grito: ¡¡Viva el Tercio de Los Tres Pliegues!!
En cuanto llegue a Flandes la noticia de la fecha en que la editorial va a publicar el libro, tendréis cumplida información de tal evento.
La Rueda, que no tiene comienzos ni finales y que no sabe ni le importa si los tienen los mortales, seguirá adelante, girando según sus designios.
Saludos
PD Esta mañana olvidé comentar una cosa y acabo de acordarme. El 21 diciembre 2011 (ahí es nada) puse una entrada para anunciar que Brandon había terminado el primer borrador de AMoL (estuve siguiendo sus "tuits" y la entrada apareció al minuto de haberlo anunciado él). Brandon contó que había terminado de escribir AMoL escuchando Final Fantasy X OST: To Zanarkand y puso el enlace por si queríamos oírla. Me sorprendió porque era una música reposada, relajada.
Pues bien, ayer, al acabar el repaso, me di cuenta de que había puesto otra vez la música que estaba escuchando cuando terminé la traducción. Es de un joven médico cirujano en prácticas que también (qué capacidad, por Dios) se dedica por gusto a crear música destinada a ayudar a la gente que estudia, para que se centre, y también para quien está trabajando y necesita concentrarse en lo que tiene entre manos. ¿Os suena a alguien? Pues sí. Es una música muy relajada, y la canción que escuchaba en ese momento se titula Crystal Rose, que también despierta cierta añoranza. Su página es Study Music Project - Music For the Mind. Y éste es el enlace a esa Rosa de cristal. ¿Por qué será que en ambos casos ha sido una música melodiosa con mucha carga de, repito, añoranza, con la que hemos cerrado nuestra labor con La Rueda?
Etiquetas: A Memory of Light, Brandon Sanderson, La Rueda del Tiempo, Robert Jordan, Un recuerdo de Luz