Hasta que se publique, pues, tendremos que conformarnos con lo que nos cuenta. Como siempre, quien quiera puede leer la entrada directamente en inglés; el enlace: en el título de su entrada. Y nos cuenta Jason:
He leído The Gathering Storm Sería un eufemismo decir que han pasado un montón de cosas desde la publicación de Cuchillo de sueños. Hace casi cuatro años desde que salió el que Robert Jordan creía que iba a ser el penúltimo libro de la serie La Rueda del Tiempo, y casi dos desde que murió. Dos años muy largos. Pero la Rueda gira según sus designios y la historia aún no se ha terminado, queda mucho por contar. Gran parte de la vida de Robert Jordan estuvo vinculada a estos libros, y era importante para él, creo, verlos concluidos.
No voy a recapitular las noticias que condujeron a la publicación de esta novela; lo más probable es que ya conozcáis lo ocurrido. Pero en caso de que no sea así, entrad a la página de información de
Gathering Storm, en Dragonmount (
o en mis entradas relacionadas con este tema en las entradas de abril: AMoL 1º parte, 2º parte, 3º parte), en donde hay un sumario de cómo se ha creado este libro, por qué no es el último de la saga, y por qué no se titula
A Memory of Light. Una vez que os hayáis puesto al día en todo eso, volved a esta entrada y hablaremos de lo que ocurre a continuación.
A lo largo de los años he visto, igual que lo habéis visto muchos de vosotros, el bombo que se daba en torno a la publicación de las novelas de LRdT, pero nada de lo visto en esos años se parece ni de lejos a la atención que esta última novela, The Gathering Storm, va a recibir. Como sugiere el título, ya se nota una calma tensa en el aire mientras los aficionados contienen el aliento, expectantes. Seguidores que hace años que no leen los libros, ahora resurgen para ver cómo se resuelven las cosas. Los fans recalcitrantes de siempre se sientan y debaten los nuevos artículos que van y vienen. A despecho de los esfuerzos de la familia de RJ para mantener informados a los seguidores a lo largo de todo el proceso de redacción del libro, las preguntas siguen ahí: ¿Será digna de la serie esta novela? ¿Está a la altura Brandon Sanderson, el joven autor elegido para concluirla? ¿Este libro dará la sensación de ser una novela de Robert Jordan?
Yo tengo respuesta a esas preguntas.
He leído The Gathering Storm. Y lo compartiré.
Pero, lo primero es lo primero.
Antes de que leáis mis comentarios, he de daros una explicación; y es importante que recordéis mi punto de vista. Dirijo una página de aficionados muy grande dedicada a una serie de libros que me es muy querida y que la llevo en el corazón. Con el paso de los años, llegué a conocer a Robert Jordan, y me siento orgulloso de haberle llamado mi amigo. Tengo una buena relación con Harriet, su viuda, así como con otros miembros de su familia y también de su personal. Considero a Brandon Sanderson un amigo (siempre y cuando me deje ganar unas partidas de MAGIC: Los juegos The Gathering, en cualquier caso.) Estoy asociado con Tor Books (la editorial en EE.UU de Robert Jordan) por relaciones personales, pequeños tratos comerciales y, lo más reciente, su página en la que escribo de vez en cuando. Dicho esto, añado que nunca he aceptado dinero ni ningún otro tipo de pago de ellos para promocionar, respaldar o escribir cosas agradables de sus productos La Rueda del Tiempo.
Así que, con todos esos datos en mente, os diré algo con sinceridad: Mi reseña, que sigue más abajo, es para vosotros, los lectores que quieren la verdad y nada de exageraciones. No estoy aquí para venderos el libro. Estoy aquí para contaros, de aficionado a aficionado, lo que podéis esperar de esta nueva entrega de la saga LRdT. Si bien los hechos divulgados más arriba me impiden ser del todo neutral, os prometo que mi principal responsabilidad y mi obligación siguen siendo, como siempre, hablaros con claridad. Como vosotros, en primer lugar y ante todo, soy un fan.
¿De acuerdo? ¿Todo claro? En ese caso, vamos a ello...
En mi opinión, The Gathering Storm es, fácilmente, uno de los volúmenes más intensos y excitantes de la serie La Rueda del Tiempo. Sí, habéis leído bien. No quise escribir esta reseña nada más terminar de leerlo; esperé un tiempo a propósito para dejar que el subidón y la satisfacción que sentí se me pasaran. Desde luego, ya se me han pasado bastante, pero todavía estoy en condiciones de afirmar con fundada certidumbre y comedimiento que el libro es excelente. Lo situaría entre los cuatro mejores de la serie, entre The Shadow Rising (4º y 5º en rústica: Los Portales de Piedra y El Yermo de Aiel; 7º y 8º en cartoné, mismos títulos;) The Fires of Heaven (6º y 7º en rústica: La Torre Blanca y Cielo en Llamas; 9º y 10º en cartoné, mismos títulos) y The Great Hunt (3º en rústica: El Dragón Renacido; 5º y 6º edición cartoné: Camino a Tear y el Pueblo del Dragón). En cuanto al ritmo, coincido con la afirmación de Brandon Sanderson en que es tan trepidante como los libros 4º y 6º de la saga (4º y 5º en rústica: Los Portales de Piedra y El Yermo de Aiel; 7º y 8º en cartoné, mismos títulos; y 8º y 9º en rústica: El Señor del Caos y Los Asha’man; 11º y 12º en cartoné: mismos títulos).(ADVERTENCIA: Hay algunos spoilers de poca importancia a continuación, así que pasad esta parte indicada con “spoilers” si no queréis leerlos:)
EMPIEZAN LOS SPOILERS
La narración vuelve a centrarse en personajes en los que era preciso hacerlo, principalmente en Rand. La última vez que estuvimos con el pobre chico fue cuando levantó un muro impenetrable alrededor de sus emociones, se había quedado sin una mano, y un Renegado casi lo había dejado ciego. En su blog, Robert Jordan describía a Rand y a su situación así:
(Copio lo que Loial tradujo en Espejos, sept. 2005 -
el blog de RJ):
“El mundo y las fuerzas de la Luz están en una mala posición. En este punto, chicos y chicas, la Sombra está ganando, hay algunos rayos de esperanza, pero sólo eso, y ellos tienen que saldar la deuda para que la Luz gane. Todo lo que la Sombra necesita para la victoria es mantener las cosas así y esperar a que uno o dos de esos rayos se extingan o se desvanezcan. Las fuerzas de la Luz están contra las cuerdas y ni siquiera saben todo lo que el Oscuro se guarda en la manga.
Pensad en ello de esta manera, la campana está a punto de sonar en el quinceavo asalto y la Luz va tan detrás en puntos que la única manera de ganar es por KO. Nuestro muchacho es animoso, pero se tambalea sobre sus piernas y tiene heridas sangrantes en sus ojos. Ahora sólo tiene tres minutos para sacar lo mejor de sí y descargar el puñetazo de su vida. El Oscuro ha recibido unos cuantos golpes, pero nada que realmente le haya hecho daño. Aún baila sobre sus pies y habla de destrozarle, sus golpes a la cabeza pueden fracturar un cráneo y sus golpes al cuerpo pueden fracturar costillas, y ahora está listo para desvelar sus sorpresas. No pensaríais que lo único que hacía falta era que Rand estuviera en la Última Batalla, ¿verdad? De acuerdo con las Profecías, la Luz no tiene posibilidades sin él, pero su presencia no asegura la victoria, sólo que la Luz tiene una oportunidad. Hay que mantener tiesas las piernas y apartar la sangre de los ojos. Hay que aguantar y ser capaz de descargar ese golpe. Tres minutos para que termine y hay que conseguir ese KO. Es la única oportunidad.”
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Si pensabais que Rand actuaba con dureza, aún os queda mucho por ver. Mientras leía este libro, el corazón se me encogía por él; estaba completamente alucinado viéndole hundirse más y más en la depresión y en la locura. Todos sabemos que Rand tomó hace tiempo un camino equivocado en lo tocante a las emociones, pero en esta nueva novela, Robert Jordan y Brandon Sanderson lo llevan a un extremo al que jamás creí que llegaría. Hay una escena, más o menos a la mitad del libro, que es tan dramática e intensa que… Ni siquiera sé cómo expresarlo. Como seguidor de la serie desde hace mucho tiempo, leer esa escena fue una sacudida para mí. ¿Recordáis la intensidad de la escena en los Pozos de Dumai al final de Los Asha’man? Esto es lo mismo, sólo que sin los ejércitos. No me cabe duda de que en los años venideros pondremos encuestas en Dragonmount sobre las “Mejores escenas de la saga”, y ésta será una de las más elegidas, creedme. Lo comprobaréis cuando leáis el libro.
Y no es que haya una única escena emocionante; todos los capítulos están bien escritos y en su mayoría te enganchan. (Aunque, para ser sincero, los capítulos en los que estoy pensando que no lo eran por lo general tienen como protagonista a Gawyn. Y eso que conseguía irritarme, principalmente; supongo que podríais argumentar que lo que me tenía enganchado era el deseo de sacudirle. Claro que… Hay ese capítulo en el que... En fin, que hace algo chachi con la espada. Eso sí que es de alucine.) El asunto es que esta novela no es de esos libros en los que avanzas con dificultad página tras página durante una docena de capítulos, entonces lees un fragmento emocionante, y a continuación tienes que abrirte paso a lo largo de otros diez. Éste es mucho más uniforme, con arcos del argumento cuidadosamente desarrollados y que empiezan y acaban en ese mismo volumen. Hay escenas intensas o emocionantes a docenas, dispersas a lo largo de toda la novela. Hacia el final del prólogo, los aficionados ya estarán cambiando opiniones, charla que te charla. Y cuando lleguéis a las aventuras de Mat en cierto lugar (¡¡¡y no pienso decir NI PÍO de dónde puede ser!!!), los foros centrados en las teorías bullirán y estarán a reventar.
Si bien me han encantado todos los capítulos dedicados a Rand (lo que significa fácilmente la mitad del libro, si no más), fue Egwene la que atrapó mi atención. Describir por lo que pasa, lo que le es revelado, y lo que escoge hacer al final, sería un spoiler demasiado gordo para hablar de ello, pero baste decir que resultó muy movido y una gozada. Confieso que me divertí mucho con las teorías online relacionadas con ella y la Torre Blanca, leyéndolas y separando las que han resultado ser acertadas de las que no lo son. No abundan las que son acertadas en su totalidad. De hecho, no hay ninguna.
La mayoría de los personajes principales están presentes en esta novela y hay al menos uno o dos capítulos escritos desde su punto de vista. Hay un personaje al menos que no aparece, pero dejaré que debatáis entre vosotros de quién se trata. Igual que dejaré que intentéis interpretar quiénes son los “personajes principales”.
Ah, y en cuanto a Asmodean…
RAFO.
(Jeje. Siempre quise hacer eso.)
Y, por último, como nos adelantó Harriet en la JordanCon, puedo confirmaros que no hay un único clímax, sino DOS, al final de este libro. Y son impresionantes. Ambos son acontecimientos que llevábamos esperando hace mucho tiempo.
FIN DE SPOILERS
Bien, pues, ahora, llegamos a la otra pregunta candente: ¿esta novela da la impresión de ser de Robert Jordan? ¿Tiene su “voz”? Bueno, a decir verdad, creo que la prosa es muy fiel a las novelas anteriores; sin embargo, seréis vosotros los que, a la postre, formaréis vuestra propia opinión. Brandon Sanderson ha dejado constancia en varias ocasiones de que no intenta imitar la voz de Robert Jordan; que hacer eso sería una simple parodia. Lo que estaba empeñado en hacer -y cree que lo ha conseguido- era conectarse con esa fuente de historia y acontecimientos en el universo que previamente experimentó y documentó Robert Jordan. En lugar de tratar de cambiar su estilo por el de RJ, parece que Brandon se metió en el corazón de la saga y se convirtió en su medio de expresión y en su narrador. El resultado es que este libro es clara e innegablemente una novela perteneciente a la serie La Rueda del Tiempo. Sólo hay unas pocas veces en las que sospeché que la escena que leía era toda ella producto de la imaginación de Brandon. Puede que nunca nos enteremos de qué escenas específicas ha tenido que inventarse totalmente, pero, al final, probablemente no lo notaréis ni os importará. En ese sentido, el texto es muy continuo, sin interrupciones ni “costuras” que unan un fragmento con otro. Si habéis leído las otras novelas de Brandon, es posible que pilléis fragmentos de texto que expresan las cosas de un modo que “suena” más a su forma de escribir. Hay nombres de algunos personajes que suenan como si pertenecieran al mundo de Nacidos de la bruma, más que al Mundo de Rand. Y algunos personajes, para mí, no son exactamente como me los imaginaba. Lo curioso sobre eso, sin embargo, es que una persona muy vinculada con el proyecto dijo que creía que cierto personaje estaba “fuera de lugar” mientras que para mí ese personaje estaba perfectamente representado. Así que, da igual lo que diga yo, ya que cada uno de vosotros va a tener presente su propia experiencia y su visión de cada personaje, y que coincidáis o no con su representación en The Gathering Storm, está en el aire.
El hecho más evidente de todo esto es que Brandon se ha entregado en cuerpo y alma a la tarea de escribir el libro. A pesar de ser un volumen muy extenso, en ningún momento da la impresión de que haya paja ni de estar redactado con precipitación. Antes de que fuera el escritor con el cometido de finalizar esta saga, era un aficionado, como vosotros y yo, y sabe muy bien lo que les gusta y les disgusta a los lectores, y ha creado una novela que, ante todo, sigue los pasos de su predecesor, a la vez que se expresa de un modo que sabe será bien acogido por el público en general. (Y, para ser justo, mucha de esa perspicacia seguramente la tenga en común con Robert Jordan. Cuchillo de sueños fue un gran libro que tenía tras de sí una enorme fuerza de empuje.(*)
Me entristece la idea de que esta parte de la saga se acabe, inevitablemente, de forma distinta a como habría sido si Robert Jordan aún siguiera con nosotros. Es una pérdida que los seguidores siempre sentirán y una incógnita que siempre se plantearán; quizás es algo que puede describirse, vagamente, como una “herida que no se cierra”. Sospecho que el propio Brandon lo siente con más intensidad que la mayoría. Sin embargo, después de unos pocos capítulos, me sentí aliviado. Guiado por una trama con fuerza, por personajes conocidos, y un conocimiento de la franquicia afinado al máximo por mucha investigación, para mí resultó aparente enseguida (o “intuitivamente obvio para el observador más despreocupado”) que Brandon era la mejor opción del mundo para encargarse de esta representación, y que ha hecho un trabajo tan bueno como podía hacerse. Por ello, soy su mayor fan… hasta el 3 de noviembre, fecha en la que lo seréis vosotros.
Al final, sin embargo, sospecho que toda idea sobre “voz” y estilos diferentes se desvanecerá en cuanto os pongáis a leer ese conocido comienzo con el viento, en el capítulo uno. Os reuniréis con estos personajes a los que seguimos hace años y, de nuevo, os encontraréis completamente metidos en las luchas y aventuras de esta gran saga. No cabe duda de que The Gathering Storm se merece por derecho un lugar en vuestra estantería junto a los anteriores volúmenes. Robert Jordan y Brandon Sanderson han creado una extraordinaria novela rebosante de asuntos oscuros y ominosos que os recordarán por qué os quedasteis prendados de esta serie, para empezar. Aunque sepamos que es Brandon el que enlaza palabras y frases, este libro es, indiscutiblemente, obra de Robert Jordan; y quizá sea una de las mejores.